Demasiados asientos vacíos para un vuelo low-cost. Desde la distancia,
observaba por mis prismáticos como aparecían a cuentagotas los allegados.
Pensaba que el círculo social de un piloto debía de ser amplio y esperaba más
asistentes en el entierro por el dramático e imprevisto suceso. Asesinarle sin
dejar marcas y hacer que pareciera un trágico suicidio me supuso una tarea
complicada pero, tras analizar el problema rigurosamente, era la única forma
que tenía de enseñarle un buen trozo de queso al ratón.
Mi
hombre aún no aparecía en escena pero confiaba que, con la mala noticia,
cometiera el error de salir de su escondite y dejarse ver. No sería normal que
un hijo no estuviera presente en el entierro de su padre. Se me acababan los
recursos, hoy era el día, tenía que finalizar mi trabajo. Mi cliente necesitaba
oír buenas noticias, comenzaba a impacientarse y eso perjudicaba mi reputación.
31 oct 2013
27 oct 2013
Eslogan
"Esta vez no erraré el tiro", era
el eslogan de gran tamaño que aparecía sobreimpresionado en un cartel
publicitario, a los pies de la foto de una sensual mujer que disparaba al
espectador una bala de intenso color rojo, pulsando su vaporizador de perfume.
Como ejemplar víctima consumista, mi vista
quedó hechizada por el cartel y
torpemente choqué con un bolardo, cayendo de bruces al suelo. Una escena tan
grotesca que hizo retorcerme de dolor y vergüenza.
La aparición de una fragancia de perfume femenino cambió el
guión. Una mujer tan anónima como hermosa se interesó por mi estado. El dolor
desapareció con sus ojos y en mi cabeza se repetía una y otra vez el eslogan.
25 oct 2013
Clase de supervivencia
- Esa es demasiado grande para ti, coge la que te he dicho. - estaba
tenso - Obedece como tus hermanos. - señaló como los demás hacían su
trabajo. Paró un momento y se dirigió a
todos. - Chicos, atendedme un momento. - todos miraron asustados al padre. -
Recordad, esto es peligroso. Si yo corro, vosotros me seguís sin dudarlo,
¿entendido?
Era el primer día para sus hijos, pero tenía que ser práctico. Debía
suspender la clase y volver al hormiguero a buscar refuerzos. Un picnic es una
ocasión especial.
23 oct 2013
El gran ausente
Habían
atravesado la capa de nubes y un sol radiante bañaba todo el interior del
avión. Se miraban en silencio unos y otros.
Sólo había ojos asustados pero no por las turbulencias que dejaban atrás.
Recordaba sus paseos en familia por la playa, eso le tranquilizaba. Se abrieron
las compuertas y comenzó el movimiento. Saltaban en orden rítmico, sin dudarlo.
Todo iba muy rápido, no tenía tiempo de revisar su equipo.
Tras saltar pudo
ver una gran cantidad de círculos grises descendiendo. Abrió el paracaídas,
tocó su espalda y desgraciadamente comprobó que su fusil no viajaba con él. El
destino era cruel, sólo deseaba estar junto al mar.
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